martes, 11 de noviembre de 2008

Al rey más importante de de la primera dinastía de Babilonia, Hammurabi (1972 ane.), se debe el que la ciudad se convirtiera en un gran centro religioso. Construyó varios templos y, recopilando tradiciones y costumbres antiguas, promulgó un código con 282 leyes, recibidas del dios del Sol , Samash (dios que administraba justicia), junto con el cetro y el anillo, símbolos de justicia. Las leyes se escribieron en una columna de piedra, claro antecedente de las tablas de la Ley de Moisés (los hebreos copiaron toda la escenografía, siglos después). Estas leyes influyeron en las civilizaciones del Oriente Próximo hasta después de que los hititas acabaran con esta primera civilización de Babilonia, en el año 1595 a.C., y fueron adaptadas por los textos bíblicos.

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